viernes, 10 de diciembre de 2010

Tabaco e impotencia.

¿Cuántos galanes del celuloide han terminado con disfunciones sexuales por el hábito de fumar? La pantalla grande vende una masculinidad envuelta en humo que termina haciendo diana en el punto más vulnerable de los hombres: su virilidad.   
Es conocido que algunas enfermedades como la hipertensión, los niveles altos de colesterol, la diabetes,  y la obesidad  son factores que pueden afectar la función eréctil. A esta lista se añade hoy día el hábito de fumar.  
Lo que un día fue elegancia, emblema, sello de sexapeal, glamour y otros adjetivos parecidos, caen actualmente en picada ante la fuerza abrumadora  de investigaciones que subrayan una realidad concreta:  varios componentes del tabaco dañan severamente la potencia sexual.   
La disfunción eréctil se asocia con la arteriosclerosis, ya que la acumulación de placas obstruyen el flujo de la sangre por los vasos, lo cual tiene repercusión en la sangre que llega al pene.
 El tabaquismo, por su parte, tiene una alta incidencia en los cuadros de arteriosclerosis (y enfermedades coronarias), por lo que hace tiempo se estudia la  relación entre el hábito de fumar y la disfunción eréctil.  
Un estudio canadiense confirma en la actualidad que fumar un paquete de cigarrillos diarios, equivale a un  60 por ciento de mayores riesgos de padecer disfunción eréctil, en comparación con aquellos hombres que jamás han fumado. 
Asimismo, indica que fumando menos de un paquete diario, también bajan los riesgos de padecer este trastorno, pero  queda claro que el  peligro de sufrir dificultades con la erección de los fumadores,  siempre es mayor que en el de los no fumadores. 
El estudio se apoya en los datos que ofrecieron 5 mil hombres de 50 años aproximadamente. Se escogió esta edad para poder reconocer cómo son los hábitos de consumo de tabaco en la actualidad y en el pasado, y su correspondencia con el desempeño y satisfacción durante las relaciones sexuales.  
Más del 60 por ciento de los participantes que respondieron la encuesta afirmaron ser fumadores, mientras que otro 10 por ciento se declaró ex fumador. 
El 14,6 por ciento del total de los encuestados afirmó sufrir de algún tipo de problema con la potencia. Los fumadores y ex fumadores subían ese promedio, ya que admitieron experimentar disfunción eréctil en un 15 por ciento de los casos, esta tasa se reducía entre aquellos hombres que jamás habían fumado, puesto que sólo el 11 por ciento de ellos señalo haber tenido este problema en sus relaciones sexuales.  
Entre las conclusiones se subraya un  elemento esencialmente importante: en promedio, el riesgo de padecer algún tipo de disfunción sexual es de un 60 por ciento más elevado en los fumadores que entre quienes nunca han fumado, y de un 35 por ciento más elevado entre los ex fumadores que entre quienes nunca se han llevado un cigarrillo a la boca.  
La lista de los riesgos y los fumadores, es como sigue:
  • Menos de 10 cigarrillos diarios: Riesgo de sufrir disfunción eréctil un 16 por ciento más elevado que quienes nunca han fumado.
  • Entre 11 y 20 cigarrillos diarios: Riesgo de sufrir disfunción eréctil un 36 por ciento más elevado.
  • ·Más de 20 cigarrillos (un paquete) diarios: Riesgo de sufrir disfunción eréctil un 60 por ciento más elevado.  
Así las cosas, otro mito se estremece: El cigarro no calza la masculinidad, la derrumba. Otro motivo más para dejar el hábito de fumar

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